miércoles, julio 08, 2009

Ajustes


No sé cómo funcionan las demás personas pero yo asemejo el funcionamiento de mi mente con el de una máquina de oficina.

A todos nos están ocurriendo cosas a diario. Aunque siempre resumamos nuestros días diciendo que nos levantamos, vamos a trabajar, volvemos a casa para comer, volvemos al trabajo, de nuevo a casa para cenar y dormir... con detenernos un poco , podemos darnos cuenta de que lo que hemos dicho se ajusta poco a la realidad aunque no sea mentira.

La gran mayoría de nosotros nos relacionamos, inevitablemente, con otras personas. Ese "roce", ese contacto con otros hace que vayamos cambiando de forma imperceptible. Aprendemos y enseñamos. Llega un momento en que esos cambios se hacen notar. No digo que nos hayan abducido sin notarlo sino que somos seres que evolucionan (más o menos) en contacto con el entorno.

Pues en el momento en que ocurre algo que te hace ver que no eres la misma persona que hace X meses o X años (dependiendo de la persona), es el momento de asumir esos cambios; para mí, es el momento del "ajuste". Dependiendo de lo largo o corto que haya sido ese período de aprendizaje involuntario, así será el período de ajuste.

El último mío ya ha durado demasiado y esta mañana decidí que ya era hora de continuar. Por muy complicada que haya sido la última época, ya he tenido tiempo más que suficiente para adaptarme. Esto es lo peor de estos períodos, que a veces tienes que parar la máquina para volver a ponerla en marcha (reiniciarla) ya que, si no, la situación se eterniza y te conviertes un una depresiva crónica.

Si hay algo que aun queda pendiente, ya tomará su lugar cuando corresponda. No puedo seguir inactiva mientras el mundo continúa girando y la vida sigue adelante sin mí.


Etiquetas: