jueves, febrero 04, 2010

Mentirosa

Soy una mentirosa.


Bueno, supongo que debí empezar por el principio ya que dicho así puede inducir a error: no es totalmente cierto, aunque tampoco es falso. Se podría decir que soy dos personas: a una de ellas la parió mi madre y a la otra la creé yo. Esta segunda, esa que yo creé, era totalmente necesaria para vivir en este mundo, para relacionarme con la gente. Esa es a la que conoce la mayoría de la gente, es la que ofrezco a los demás. Es sensata y lógica, es trabajadora y serena, es equilibrada y es… tremendamente aburrida.

La otra, la que soy yo realmente y a la que muy pocos conocen, es la mentirosa. Al fin y al cabo, eso es lo que somos los cuentacuentos. Somos mentirosos porque contamos verdades que hemos creado nosotros. La finalidad de esas mentiras no es engañar a la gente sino raptarla, llevarla a otros mundos, a otras realidades que he creado yo; se trata de hacerlos olvidar su propia realidad durante los pocos minutos que duran mis cuentos y rodearlos de hadas y fantasmas, elfos y monstruos, ángeles y demonios. En los cuentos no hay reglas, todo es posible, se puede mezclar la realidad más creíble con la fantasía más inverosímil. Y de eso se trata. No pretendo hacer a la gente pensar, no quiero dar lecciones de moral, no hay ninguna otra intención en ellos que la de entretener.

Decir que los cuentos son obra mía también es un poco exagerado ya que, en realidad, son creados por los personajes y esos sólo son míos a medias ya que son ellos los que me encuentran a mí y me utilizan para salir de mi cabeza y llegar al papel o a la pantalla. Es por ese motivo por el que necesito pasar tanto tiempo sola… aparentemente. En realidad estoy acompañada por decenas de personajes que intentan llamar mi atención para poder crear su propia historia, desenmarañarla de otras muchas historias de otros muchos personajes que pueblan mi cabeza. Creo que la imagen apropiada sería la de un costurero desordenado donde los cabos de las bobinas de hilo se han ido liando hasta hacer un enorme nudo.

Por lo tanto, aunque soy una mentirosa, yo soy la única engañada ya que convivo con esos seres. Incluso estoy enamorada de uno de ellos de manera que me resisto a acabar su historia y dejarlo marchar.

Supongo que todo esto suena algo esquizoide y puede que lo sea pero, recuerden lo que dije al principio y déjenme que les mienta.



Etiquetas: