miércoles, marzo 12, 2014

A la deriva


"No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige" , frase atribuída a Schopenhauer, que siempre me ha encantado y, por supuesto, la he tenido como certeza.

Llevo varios días reflexionando sobre un hecho y hasta hoy no he visto cual era la definición clara, no lo he sabido poner en palabras.

Hablaba hoy con un compañero y me dijo que le resultaba muy curioso que la frase que yo tenía como estado en Whatsapp fuera la misma que él había tenido hasta hace unos días (la frase con la que he comenzado esta publicación). Me decía que la cambió porque podía llevar a los otros a pensar que él iba sin rumbo, que estaba perdido. Le respondí que lo entendía, que debido a su profesión era normal que no quisiera dar esa imagen pero que en mi caso me resultaba del todo indiferente lo que pudieran pensar. Ante esto él me preguntó si me sentía perdida (¿en serio?).

Fue entonces cuando mis ideas de estos días se hicieron palabras. No me siento perdida en absoluto, pero sí voy a la deriva. Sé que esto puede parecer lo mismo a algunos y a otros les puede parecer terrible pero lo llamativo es que durante casi toda mi vida he tenido claro a qué puerto debía ir, cuál era el camino y qué viento me favorecía (por continuar con el símil marinero, que me encanta) y desde hace algún tiempo no sé adónde voy, me dejo llevar y voy "fluyendo" con las circunstancias. Suena muy hippy pero no es nada así. Pues en resumen, a lo que quería llegar, es que, aunque mis circunstancias no son ideales y estoy pasando momentos muy complicados (con días en que lo veo todo completamente oscuro y sin salida), en general, me siento bastante bien. No puedo decir que sea feliz pero no me disgusta nada esta deriva. Me siento cómoda, en equilibrio.

Teniendo en cuenta que siempre he tenido la necesidad de controlar mi entorno (no a las personas, sino mis cosas y las situaciones en la medida en que pudiera), es altamente llamativo lo confortable que me siento en una realidad diametralmente opuesta a lo que siempre he buscado.

En cualquier caso sé que esto no va a durar para siempre (¿por desgracia?) así que voy a disfrutarlo mientras pueda. De todas formas, me resulta divertido comprobar de qué forma nos pueden ir moldeando las cosas que experimentamos a lo largo de la vida y cómo nos pueden llevar de un extremo a otro en muchas cuestiones.