lunes, noviembre 20, 2006

Hace ya más de un mes de mi primera (y última, hasta el momento) entrada. No ha sido dejadez, he estado ocupada en temas mágicos y temas cotidianos. Ni que decir tiene que los cotidianos me empiezan a hastiar. Puede que el problema sea tratar con gente gris, gente que no se cuestiona nada de lo popularmente aceptado y que no es capaz de plantearse ningún tema que se salga de esa reducida parcela.
También es cierto que todos tenemos cierto grado de "poder" para llegar a la gente, para hacerla reaccionar. Lo que pasa es que llega un momento en que cansa el tener que repetir lo mismo todo el tiempo, casi siempre a la misma gente.
De todas formas, los temas cotidianos los contaré en otro lado porque abrí este blog para hablar de Magia y, como he dicho, he estado bastante ocupada también en ese aspecto.
Me resulta muy interesante observar los efectos que la Magia produce en mi entorno. Como he dicho, he conocido la Magia del Caos hace muy poco tiempo y aun hace menos que experimento con ella. He de decir que me acerqué a ella con cierto temor puesto que estoy acostumbrada a vivir en un orden que me impongo, se puede decir que soy una adicta al control. Por ello supongo que será fácil entender mis reticencias a sumergirme en ese mundo donde no existe orden alguno. Puedo decir ahora que mis miedos tenían fundamento, que he podido comprobar que el Caos es la mayor fuerza que existe y que una vez que lo desatas en tu entorno, puede volverlo todo del revés.

Etiquetas: