De amigos y errores

(17/Jul/09)

Hay ideas que consideramos verdades absolutas porque, seguramente, no nos hemos detenido a analizarlas.

Pongo un ejemplo que es el que me ronda la cabeza desde hace unos días. Se dice que un amigo, uno de los de verdad, no te falla nunca. Como generalidad... vale, aceptamos pulpo como...

Un amigo es una persona que está a tu lado en los buenos momentos pero está aun más cerca en los malos y en los peores. Es una persona que te quiere y te lo demuestra, es una persona que se alegra de tus éxitos y sufre tu dolor; una persona que te aguanta tus arrebatos de mal genio y que te dice las cosas que no quieres oir.

En definitiva, un amigo es una PERSONA, y las personas no son infalibles. Todos nos equivocamos. Por lo tanto, un amigo sí que puede fallar, igual que tú, como amigo, le puedes fallar. La cuestión es que hay que aceptar sus fallos como él acepta los nuestros. También es importante, claro, reconocer el error cometido. Esto no quiere decir que no se pueda perder a un amigo. Quiere decir que llegará el momento en que tengas que valorar la importancia de su error con respecto a la relación que tenéis.

Como no quiero dar a nadie la ocasión de tacharme de hipócrita, debo decir que hay cosas que puedo aceptar y otras que no soy capaz de pasar por alto. Pero me apunto la frase de Martínez Ares "La amistad nunca muere aunque muera el amigo".

Ajustes

No sé cómo funcionan las demás personas pero yo asemejo el funcionamiento de mi mente con el de una máquina de oficina.

A todos nos están ocurriendo cosas a diario. Aunque siempre resumamos nuestros días diciendo que nos levantamos, vamos a trabajar, volvemos a casa para comer, volvemos al trabajo, de nuevo a casa para cenar y dormir... con detenernos un poco , podemos darnos cuenta de que lo que hemos dicho se ajusta poco a la realidad aunque no sea mentira.

La gran mayoría de nosotros nos relacionamos, inevitablemente, con otras personas. Ese "roce", ese contacto con otros hace que vayamos cambiando de forma imperceptible. Aprendemos y enseñamos. Llega un momento en que esos cambios se hacen notar. No digo que nos hayan abducido sin notarlo sino que somos seres que evolucionan (más o menos) en contacto con el entorno.

Pues en el momento en que ocurre algo que te hace ver que no eres la misma persona que hace X meses o X años (dependiendo de la persona), es el momento de asumir esos cambios; para mí, es el momento del "ajuste". Dependiendo de lo largo o corto que haya sido ese período de aprendizaje involuntario, así será el período de ajuste.

El último mío ya ha durado demasiado y esta mañana decidí que ya era hora de continuar. Por muy complicada que haya sido la última época, ya he tenido tiempo más que suficiente para adaptarme. Esto es lo peor de estos períodos, que a veces tienes que parar la máquina para volver a ponerla en marcha (reiniciarla) ya que, si no, la situación se eterniza y te conviertes un una depresiva crónica.

Si hay algo que aun queda pendiente, ya tomará su lugar cuando corresponda. No puedo seguir inactiva mientras el mundo continúa girando y la vida sigue adelante sin mí.

Sueños

Soy una soñadora.

Suelo tener los pies en el suelo (casi siempre), aunque eso no significa lo mismo, para mí, que ser pesimista. Pero como los extremos no son recomendables, para equilibrar, siempre tengo la cabeza en las nubes. Mi cabeza anda llena de historias, de cuentos o relatos cortos que esperan a que yo tenga tiempo para dejarlos salir.

Aunque intento ser sensata, me niego a dejar de soñar. La realidad me parece demasiado aburrida y vacua. Yo creo que son los sueños, los deseos, los que nos hacen avanzar, mejorar, evolucionar.

Paulo Coelho escribió "Cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo". Me gusta mucho esa frase y, más que eso, creo que es cierta. Si te preguntas por qué no conseguimos cada cosa que queremos es que no entiendes el significado de "desear" en esa frase. Desear es querer algo con todas tus fuerzas, con todas tus ganas. No es algo que se te va a olvidar dentro de un cuarto de hora cuando empiece el partido o cuando veas el coche que te vas a comprar. El "deseo" ese que todo el Universo te ayudará a alcanzar es algo que mueve tu vida, que la condiciona. Es algo que te impide rendirte aunque tu camino esté lleno de obstáculos.