lunes, mayo 31, 2010

Desamor

Anoche recordé lo que es el desamor. Ha sido curioso y me ha pillado por sorpresa.

Era tarde y hacía zapping; la tele no me ofrece mucho entretenimiento pero no quería irme a dormir aun, así que me quedé en una cadena que estaba dando un capítulo de una serie. No puedo decir si es una serie buena o no porque no la sigo pero el capítulo me enganchó. Más que ver, viví con la protagonista una escena que compartía con el que imagino que es el prota masculino. He recordado el dolor de la ruptura cuando aun estás enamorada, cuando es el otro quien ya no te quiere, o bien, no estás dispuesta a soportar determinadas situaciones por mucho que lo ames.

Me pilló tan de sorpresa que me descubrí llorando. Las lágrimas no eran por la escena de la tele sino porque, de repente, han vuelto a mí mis propias escenas, mi propio dolor, la pena, la tristeza... la sensación de que el dolor nunca iba a acabar. No sabá que eso pudiera suceder. Hace ya algunos años que experimenté el desamor por última vez. Recuerdo que fue doloroso, pero ayer fue más que eso, más que un recuerdo, durante unos minutos volví a exprimentar ese dolor, ese sentimiento de pérdida, esa sensación de vacío.

Ahora sé que eso era lo que me daba tanto miedo cuando sentía que me estaba enamorando. De todas formas, ni siquiera el intenso recuerdo de esos últimos meses oscuros de angustia pueden borrar ese otro recuerdo de luminosa ilusión que los precedieron, la sensación de sentirte enamorada no tiene precio. Una vez que todo acaba, como decían antes, "que te quiten lo bailao".

A esos que ahora estáis viviendo los momentos oscuros quiero deciros que se pasan, que lo de que "el tiempo todo lo cura" no es un tópico ni una frase hecha, es la verdad. Ese vacío que te queda en el alma no lo llena nadie; vendrán otros que se harán su propio espacio en vuestras vias pero nunca llenarán el vacío dejado por otra persona. Cuando ese lugar queda libre, poco a poco (muy poco a poco) se va cerrando y queda una cicatriz. Un buen día te despiertas y te das cuenta de que has seguido con tu vida, no has muerto con ese amor, el dolor no te ha ahogado lentamente; al contrario, a base de vivirlo primero e ignorarlo después, lo has superado. Ahora puedes mirar a solas tu cicatriz y decirte orgullosamente: he sobrevivido.

Otra noticia: volverás a enamorarte si eres afortunado (o afortunada), existe una probabilidad bastante alta de que vuelvas a sufrir pero debes recordar que ése es un problema de mañana. Lo peor que te puede pasar es que mires atrás y te des cuenta de que no viviste ese amor, que desaprovechaste el momento. Disfruta del amor y luego disfruta también del dolor, no te pierdas ni una sola de las sensaciones que AMBOS te van a ofrecer y luego, por supuesto, vuelve a empezar. No desaproveches las buenas sensaciones asustándote y preocupándote por el después. Es así, el amor es una parte importante de la vida y lo que mueve a la mayoría de las personas.


Etiquetas: