miércoles, agosto 25, 2010

Historias

Tengo una historia. Bueno, en realidad, tengo trozos de una historia; trozos enmarañados a los que apenas puedo acceder porque entre ellos hay enormes lagunas de información. Es como uno de esos puzles en los que aparecen cuerdas enredadas, todo sería más fácil si lograra dar con el principio, con el origen de la historia. Así sería posible seguir el hilo e ir rellenando los huecos, los vacíos de información. Tengo nombres propios y lugares, tengo nombres de capítulos y tengo retazos de vida. Tengo paisajes y arquitectura, geografía, historia, arte...

Las pistas para poder llegar a ese inicio siempre me llegan cuando no las puedo seguir, como si se burlaran de mí; como si jugaran conmigo. En este momento, lo único que puedo hacer es seguir esperando a que mi cuento se me quiera revelar.

Etiquetas: